Presentación
En lo que respecta a los trabajos científicos sobre la lengua aragonesa hablada en el Alto Gállego, hay que señalar que esta despertó ya el interés de los investigadores extranjeros que, ya en el primer tercio del siglo XX, a falta de datos proporcionados desde Aragón, recorrieron nuestra comarca para documentarse.
Así, el primero que estudió la zona fue el francés Jean-Joseph Saroïhandy, quien en 1905 realizó encuestas en Bara, Biescas, Gésera, Ibirque, Lanuza, Lasaosa, Panticosa, Sallent de Gállego, Sobás, Used, Villobas, Yebra de Basa y Yésero. Al año siguiente recopiló datos el albaceteño Tomás Navarro Tomás visitando Borrés, Larrés, Senegüé, Biescas, Oliván y Cortillas.
También la visitaron los investigadores alemanes Fritz Krüger, que recogió datos lingüísticos en 1927 en Acumuer, Asún, Gavín, Sallent de Gállego, Yésero y Yosa de Sobremonte; Alwin Kuhn que visitó la zona en 1932 y centró su trabajo filológico en Sallent de Gállego, Lanuza, Escarrilla, Panticosa, Biescas, Fablo, Aineto, Solanilla e Ipiés; y Gerhard Rohlfs, que en 1934 recopiló información en Panticosa, Sallent de Gállego, Biescas y Gavín. Por último, cabe destacar que el inglés William Dennis Elcock encuestó en 1934 Panticosa, Sallent de Gállego, Biescas, Yésero, Acumuer, Basarán, Sardas, Sobás, Lasieso, Gillué, y Gésera. Este último volvió al valle de Tena en 1950 para recoger su toponimia.
Respecto a los estudiosos españoles, el sacerdote altoaragonés José Pardo Asso, destinado en Yésero, Larrés y Sabiñánigo, se ocupó de la lengua de esta comarca y publicó en 1938 el Nuevo diccionario etimológico aragonés. Años después, en 1944, el catalán Antoni M. Badía Margarit realizó una excursión de encuesta dialectal en Biescas. Entre 1945 y 1946, Manuel Alvar recogió datos para su tesis doctoral en Borrés, Cartirana, Larrés, Pardinilla y Sabiñánigo Alto. En 1955, Blanca Lanzas Parga encuestó, para su tesina, varias poblaciones del Alto Gállego, en concreto, Biescas, Búbal, Polituara, Sallent, Tramacastilla, Sandiniés, Senegüé, Latas, Yebra, Lárrede y Oliván; y con la misma finalidad, en 1956, María del Pilar Guirao Parga recogió materiales léxicos en Larrés y Cartirana. Entre 1963 y 1964, Tomás Buesa Oliver, realizó encuestas en el Alto Gállego para el Atlas Lingüístico y Etnográfico de Aragón, Navarra y la Rioja en las localidades de Sallent de Gállego, Yebra de Basa, Lasieso y Laguarta. En 1966, Joan Coromines recogió la toponimia de una veintena de localidades del valle de Tena y Tierra de Biescas. En torno a esa fecha Rafael Andolz encuestaba nuestra comarca para su Diccionario aragonés. A principios de los años 70 tomarían el relevo las primeras investigaciones de Jesús Vázquez Obrador y Francho Nagore Laín.

El lingüista alemán Fritz Krüger, en el puerto de Acumuer (1927)

Cartel en la ‘ferrería’ de Susín
El aragonés de la comarca Alto Gállego puede adscribirse al aragonés central.
Las soluciones fonéticas más características son, entre otras, las siguientes:
- La conservación de la F- inicial latina: fabla ‘habla’, farina ‘harina’, fer ‘hacer’, filo ‘hilo’, foricar ‘horadar, hurgar’, forniar ‘hornear’, fuso ‘huso’, etc.; y de las consonantes oclusivas sordas intervocálicas: paco ‘umbría’, afocar ‘ahogar’, artica ‘terreno roturado recientemente’, mallata ‘majada’, capeza ‘cabeza’, caxico ‘roble’, forato ‘agujero’.
- El mantenimiento de los grupos PL-, CL-, FL-: plorar ‘llorar’, plena ‘llena’, clamar ‘llamar’, flama ‘llama’.
- La sonorización de consonantes oclusivas tras nasal o líquida: cambo ‘campo’, planda ‘planta’, trenda ‘treinta’, punda ‘punta’, chardicar ‘roturar’, zingüenda ‘cincuenta’, etc..
- La solución /š/ para los grupos latinos -KS-, -PS-, -SS-: buxo ‘boj’, ixe ‘ese’, baxo ‘bajo’, coxo ‘cojo’.
- El resultado /ĉ/, proveniente de /J-/ e /Ge,i-/: chen ‘gente’, chinebro ‘enebro’, chugar ‘jugar’, chelar ‘helar’, Chuana ‘Juana’, etc.
Por otro lado, las peculiaridades lingüísticas morfológicas más destacadas de esta variedad son, entre otras, las siguientes:
- El empleo de los artículos o, a, os, as: o caímo ‘el cáñamo’, a zenisa ‘la ceniza’, aunque en la zona norte también se utilizan las formas ro, ra, ros, ras, cuando la palabra anterior finaliza en vocal: ya bulle ro puchero ‘ya hierve el puchero’.
- La formación de plurales con la terminación -s, tanto si el singular acaba en vocal como en consonante: tixidors ‘tejedores’, pastors ‘pastores’.
- Los demostrativos de primera persona iste ‘este’, ista ‘esta’, y de segunda, ixe ‘ese’, ixa ‘esa’ e ixo ‘eso’.
- Los pronombres personales nusotros ‘nosotros’, vusotros ‘vosotros’, el relativo e interrogativo qui y los indefindos bel ‘alguno’, bela o bella ‘alguna’.
- Los sustantivos mica, garra y cosa para reforzar la negación.
- Las preposiciones enta, ta ‘a, hacia’, etc.
- El mantenimiento de la -b- etimológica en los imperfectos de la segunda y tercera conjugaciones: podeba ‘podía’, deziban ‘decían’, vieba ‘veía’.
- La desinencia -rba- en los condicionales tensinos: trobarba ‘encontraría’, meterba ‘metería’, escribirba ‘escribiría’.
- El uso del pronombre adverbial bi (o b’) como índice de impersonalidad en construcciones con el verbo aber: b’ha ‘hay’, b’eba ‘había’.
- El empleo de los pronombres adverbiales ne, en o ’n: no’n tiengo fambre ‘no tengo hambre (de ello)’, cuasi no’n queda ‘casi no queda (de ello’).
- La utilización de la preposición de con valor partitivo: en ai d’amortatos muitos ‘hay muchos extinguidos’.
Literatura en aragonés
Los primeros testimonios escritos en aragonés en la comarca Alto Gállego son los abundantes textos notariales medievales, datados entre los siglos XIII y principios del XVI, época en la que la lengua aragonesa era utilizada en los escritos de la administración pública y entre particulares.
La lengua aragonesa vuelve a reaparecer plasmada en papel a finales del siglo XVIII y a lo largo del XIX en los textos de las Pastoradas de Panticosa y de Yebra de Basa. Las pastoradas son diálogos teatralizados entre pastores, un mairal o caporal y su repatán. Las dos citadas se representan en la actualidad. La de Yebra de Basa se interpreta cada 25 de junio en el Puerto de Santa Orosia junto a un baile de palos o palotiau, acompañado de la música de un salterio: «Qué te parez, caporal, / ye berdad o que [he] charrato / toca ro chiflo chuflar», dice un fragmento de la Pastorada de Yebra, fechada en 1814. La de Panticosa se escenifica el 16 de agosto en la plaza del lugar. En la actualidad, son escritas por Graciano Lacasta Estaún y Ricardo Mur Saura, respectivamente.
En el pasado siglo XX y principios del XXI escribieron en aragonés textos de carácter costumbrista, en la mayoría de los casos, entre otros los siguientes: Félis Gil del Cacho, de Tramacastilla de Tena; Regino Berdún Castán, de Belarra; Leoncio Escartín Acín, de Molino Escartín de Aineto; José María Javierre, de Aineto; Máximo Palacio Allué, de Biescas; Ángel Larraz Lalaguna, de Pardinilla; o Fernando Otal Otal, de Barbenuta. En la actualidad, son varios los escritores modernos que continúan escribiendo en aragonés.
Como muestra presentamos varios textos de diversos autores en este repositorio.

Pastorada de Yebra de Basa, 1824